Cariño, he pensado en escribirte cuatro líneas.
Hace buen tiempo,
mis padres están bien,
me acuesto siempre a las nueve.
P.D.: Te quiero.
Ayer llovió un poco, pero en general no me puedo quejar.
Qué pasa cuando no sabes qué hacer, dónde estar ni con quién. Sólo deseas desaparecer y huír de este mundo o más bien de quienes lo forman. Estar con alguien que no te juzgue pero que te quiera. Porque ahora, en ese momento, lo pasa mal y sí, puedo contar ese sufrimiento pero <<lo tengo yo, y no tú>>, no llegarás a entenderlo.
Lo único que me consuela es que esos obstáculos y esos bajones me van haciendo cada vez más fuerte, o eso quiero creer. Porque nadie está libre de miradas ni críticas , vivir lleva eso consigo. Y la pregunta es: ¿Qué pasa cuando no estás dispuesta a aguantar eso? Buscas motivos para que te den igual. No los encuentras. ¿Qué haces? No lo sé, ya no sé nada. Dicen que el sufrimiento de hoy es parte de la felicidad de mañana, pero mañana no la hay. Felicidad, ven pronto.
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